viernes, 12 de abril de 2013

Los días de luz

Hay días en los que no pasa nada, nada que merezca la pena ser recordado.
Días que no pasarán a la historia, días que se escapan sin más.
La mayoría.
Pero son días necesarios.
Para que haya blanco tiene que haber negro, y cuanto más cerca estén esos dos colores, más intensos serán, obligados por el contraste.
Para que haya días extraordinarios tiene que haber días normales.
Para que haya épocas de luz tiene que haberlas de sombras. Y cuanto más cerca estén en el tiempo, más magnífica será esa luz.
Te cegará, de hecho, y darás gracias al cielo por tu buena estrella.



Gracias, amor, por todo un año de luces intermitentes y ráfagas infinitas.
Gracias, corazón, por todos lo soles que has dibujado cada noche en mi almohada.
 




domingo, 7 de abril de 2013

Hogar... ¿dulce hogar?

 

Yo no estoy acostumbrada a convivir con seres masculinos poseedores de sensibilidad espacial y estética, y eso ha sido siempre algo que me ha picado un poquito. A mí me encanta la decoración y necesito que al menos le guste un poco a la persona con la que comparto mi vida. Para mí la decoración es importantísima, la tengo presente constantemente: lo analizo todo cuando voy a casa de alguien, me gusta imaginar cómo serán las viviendas de las personas que conozco y cómo serán los habitantes de las viviendas que veo. Incluso llega a influir en mi estado de ánimo. Cuando voy a alguna casa mal decorada (para mí, claro) no me encuentro a gusto y me quiero ir, me hace sentir incómoda, es como si me transmitiera malas energías.
Lo mío roza casi la obsesión, así es que no es de extrañar que anhelara un poco de interés por parte de mi pareja, no?

Hasta que llegó Mr. Tyler.
A este señor sí le interesa y le influye la decoración de su casa. Tiene clarísimo lo que le gusta y lo que no, y no duda en ponerlo de manifiesto.
Y diréis vosotros "Pues qué bien, no? No era eso lo que querías? Estarás contenta!"  ........mmmmmmmmmmm........

Pues no.
Este señor es un verdadero fastidio.
Guapo, eso sí, pero un fastidio.

Yo, que odio la televisión, tanto la programación como el aparato en sí, que cuanto más grande más horroroso me parece, he tenido que plantar un pedazo de pantalla de 27" en mitad de mi salón porque hay que ver los partidos de liga, los champions, las copas y las recopas. ¡Rehostias!
Y ahí está... Es lo primero que ves cuando entras al piso. Aunque tengo que reconocer que me da al menos un momento de placer al día: la paz que deja cuando por fin la apaga.

Pero la tele no es más que el principio de un montón de diferencias decorativas que me mantienen todo el día dándole vueltas a la cabeza, maquinando, buscando la manera de engañarlo y que acepte alguno de mis caprichos. Pero el maldito es muy listo y me ve venir de lejos. Nunca me deja que se la cuele. Shit!
Y lo peor de todo es que tiene buen gusto el jodío...

Yo soy excéntrica y él es práctico.
A mí me encanta el blanco por doquier y a él le aburre.
A mí me espanta el color rojo y él lo consume en cantidades ingentes.
A mí me gustan las fotos y los objetos absurdos, pero a él le parece absurdo...
Él ama la belleza simple y yo tiendo al esperpento. 
Yo soy más de The Selby y él es más de Nuevo Estilo.
A mí me atraen los objetos grotescos y a él los objetos bonitos que signifiquen algo.
Me gusta el caos controlado, mientras que él necesita simplemente orden.
Me gusta agrupar, y él prefiere verlo todo despejado.
Odio la simetría, y a él le tranquiliza.
Amo las vajillas antiguas de flores, el celeste y el rosa, pero a él le parece demasiado femenino. 
Me gustan los objetos insólitos colocados en lugares insólitos. A él eso "no le dice nada"...

Total, un follón!

Aunque, todo sea dicho, también coincidimos en muchas cosas. Por ejemplo, en el gusto por las lámparas de araña, las sillas de diseño retro, el look industrial y el reciclaje.
Tula Malcriada

De él fue la idea de poner una lámpara de araña en la cocina (que me han regalado mis amigos por mi cumpleaños), de comprar una silla de los Eames (que llegará muy pronto), de poner una cabeza de ciervo de cartón encima de la tele (que compraremos la semana que viene en Curiosité, mi tienda de regalos favorita del mundo mundial) y de hacer una librería con cajas de fruta (que nos fuimos a comprar a Cuenca)
Tula Malcriada
Si lo piensas bien, no compensa, pero es que es tan guapo...
Love, Mr. Tyler, forever and ever more again.
 * La mayoría de las fotos de este post son de The Selby, pero otras no he podido saber de dónde las saqué, andaban perdidas y sin nombre por mi ordenador. Sorry.