sábado, 24 de septiembre de 2011

Antojos - Office Shoes

Por culpa de mi amiga Anita, he descubierto esta página que va a ser mi ruina. Con ella podría satisfacer los antojos de los próximos 3 años. Tendría que hacer como mi amiga e iniciar mi propia operación armario, pero lo mío no es la fuerza de voluntad ni el autocontrol; yo soy más de dejarme llevar y lamentarme después. Pero así es la vida! La vida de Tula, al menos...

Los quiero todos, o sea, a ver cómo lo explico, últimamente sólo deseo zapatos, pienso en zapatos, sueño con zapatos... estoy obsesionada. Cuando pienso en mi posible próximo viaje a París, no pienso en la torre Eiffel ni en la catedral de Notre Dame, no, yo sólo pienso en la boutique de Christian Louboutin en la Rue du Faubourg St Honoré, mmmmm........ Cómo voy a disfrutar!!!
Y también pienso en macarons, claro, pero más en zapatos. 
Sí, llamadme frívola. 

Estos son algunos de los zapatos que me atormentan desde que descubrí Office Shoes. Cuáles me compro primero?




Pero mientras me decido, he optado por asaltar las tiendas Marypaz, cuya colección de invierno me agrada soberanamente. 

Hoy me he comprado estos




Y en cuanto cobre, caerán estos




Y estos



Y algunos más que tengo fichados. 

Chicas, chicos, lo bueno de vivir sola, lo mejor sin duda alguna es tener dos armarios empotrados a mi entera disposición!!!! jajajaja!!!!!
I'm so so so happy!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

jueves, 22 de septiembre de 2011

Tula is coming!!!

Love this video
Love this song
Love this week
Love this crazy moment
Love this hilarious situation
Love.

Without doubt, this is for you...


Have a great and unforgettable weekend!!!

sábado, 17 de septiembre de 2011

Bodas y tules

Pues sí, al final me quedó un conjunto monísimo. Di 20.000 vueltas por Madrid buscando un vestido o una blusa adecuada para el tutú. Mira que Madrid es grande; y mira que hay tiendas. Pues yo, exquisita a más no poder, no encontré nada que se adaptara a lo que iba buscando.
Me rendí, y el día de antes de la boda decidí que tenía que apañarme con lo que hubiera ya en mi armario. Me había comprado un vestido muy bonito un mes antes para una cena, pero me parecía demasiado poca cosa. Se me ocurrió ponerme el tutú por debajo y sí, el cambio era notable, pero seguía sin ser lo que buscaba. Y si lo pongo por encima? Exacto! Perfecto! Impactante! y finalmente lo rematé con una cinta de raso verde cosida a la cintura. Me compré en Sfera unos zapatos negros asesinos y listo! quedó un conjunto maravilloso. La gente me decía que les recordaba a Carrie Bradshaw! Y yo requeteencantada!


No quedó nada mal, no? El anillo es de Conspiradoras, y el bolso era uno negro heredado de mi madre. 
La novia iba guapísima, lo pasamos genial y salieron unas fotos muy chulis. 



Pero no sólo disfruté de la boda. Tuve la oportunidad de conocer, besuquear y fotografiar a una princesa diminuta de poses imposibles a la que osé lanzar más de una sonrisa irreverente. Es hija de uno de mis primos preferidos, compañero de múltiples venturas y desventuras a lo largo de mi vida.
Sin duda, una princesa afortunada...
Ella y yo.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Por fin de boda!

Me voy mañana, salgo pitando.
Al final he conseguido adaptar mi tutú (el de Anita, quiero decir). No sabía qué hacer con él ni encontraba ninguna parte de arriba bonita para combinarlo, así es que se me ocurrió ponérmelo encima de un vestido que tiene un cuerpo y un escote muy bonito. Con un lazo verde remato la cintura del tutú y listo. El resultado es espectacular, ya os lo mostraré cuando regrese. Sin cabeza, claro, que ya sabéis que yo soy de la más tímida.

Pues hala, empacho de tules para los que creen que un tutú es un elemento ñoño con el que no se puede hacer nada bonito.
Mirad qué fotos.









Fotos vía We Heart It

Que paséis un feliz fin de semana y que descanséis todo lo que podáis.

Gracias, T.

sábado, 3 de septiembre de 2011

Por qué nos gusta Mr. Big

Queridas, queridos: adoro Sexo en Nueva York. 
Sí, parte de lo que soy se lo debo a Carrie Bradshaw. Mi vena superficial, caprichosa e ilusa fue potenciada de forma bestial tras tragarme en 3 semanas las 6 temporadas completas de Sexo en Nueva York. Nunca volví a ser la misma. Ni quiero. 

De los chicos de Carrie, el que menos me gustaba era Mr. Big. No me gustaba físicamente ni tampoco su forma de ser. Demasiado gentleman para ella. Pero al final de la serie se convirtió en mi favorito. 

Hoy me doy cuenta de que yo también he tenido a mi propio Mr. Big. Quizás todas lo hemos tenido alguna vez; esa persona que no te conviene, que te hace sufrir siempre, que no te valora como te mereces, que te vuelve gilipollas a pesar de todo, y que te hace caer una otra vez, tropezar siempre en la misma piedra, autodestruirte conscientemente pero sin poder evitarlo. 

Hace un par de días encontré este texto y no podía dejar de compartirlo con vosotros, pero sobre todo, con vosotras. A ver si aprendemos de una vez.

El texto lo escribe Tony de la Torre, y pertenece al blog Vaya Tele.

Mr. Big es un patrón, el mismo error, la misma piedra, la historia de amor que siempre sale mal pero que repites una y otra vez. No con el mismo rostro, a veces con distinto nombre, pero sí con idéntico final. Mr Big es el hombre que te hace caer al abismo cada vez que te atreves a quedar con él. Y aunque ya lo sabes, aunque te sabes de memoria el final del cuento, vuelves a caer, porque hay algo en él de príncipe azul, aunque sólo puedas verlo tú.

Te prohibiste volver a pensar en él. Te sobran los argumentos para no volver a verle, pero te falta voluntad. Basta con oír su voz al teléfono para olvidar las excusas, la razón, todos los consejos de tus amigas. No importa cuantas veces te haya asesinado, no importa que no te valore, tú lo amas igual. Sabes que te quiere a su lado pero que no va a estar al tuyo cuando lo necesites. Y en cada nuevo beso, con cada nueva caricia, con cada nueva noche juntos se pierde un poco de ti, de tus principios, de tu entereza, de tu amor propio.
Mr Big es el reflejo de esa parte dentro de ti que cree que no mereces ser amada. Es producto de lo poco que te quieres a ti misma, lo poco que te respetas. El día que aprendas a amarte, Mr. Big desaparecerá. Porque es un patrón, no producto de la mala suerte, y no te librarás de él hasta que seas consciente de ello. Hasta que no descubras los mecanismos que te llevan a enamorarte de alguien que ni siquiera te considera. Mr. Big es el cretino por el que pierdes la cabeza mientras dejas escapar a Ross. No es una persona en concreto, eres tú. Es el castigo que te infliges a ti misma, tu patrón.