sábado, 18 de septiembre de 2010

Y olé!

Tras más de diez años de parón, he decidido retomar mis clases de flamenco. Los años no pasan en balde y cada vez se estropean más los cuerpos, es imparable y traumáticamente visible. Así es que, ante mi más que conocido rechazo por cualquier tipo de deporte, por más sanísimo, recomendadísimo y adictivísimo que sea, he tenido que optar por la única forma de movimiento que acepto y que no me pone de mala leche: el baile. Como yo ya no tengo las articulaciones para funky, ni me veo rapeando, pues he optado por lo conocido y menos peligroso.

En todos estos años no me había vuelto a plantear volver a bailar, pero ahora que lo he hecho, estoy más feliz que una perdiz. Cómo he podido dejar pasar tanto tiempo? Si a mí me encantaba! Qué ganitas tengo de empezar. Aunque no sé si los decenios me habrán hecho más torpe y menos ágil. Bueno, me consolaré pensando que los demás tampoco son Sara Baras...

Así es que la semana pasada me planté en la academia de baile toda nerviosa, con una gran sonrisa infantil en la cara y mis 20 eurillos en la mano para matricularme. Cuando llevaba un rato rellenando papeles, matrículas y cuadrantes varios, caí en la cuenta de que no tenía lo más importante: Zapatos de baile!

Jo, qué bien! Tenía una excusa más que razonable para tener que ir a comprar zapatos y no tener que pedir mil disculpas después! Y es que el exagerado de Mr. Pátula dice que si no fuera porque él me ata en corto, yo solita sería capaz de acabar con la crisis del sector del calzado... Cualquiera dirá! Yo creo que él cuenta los zapatos que tengo de uno en uno, y no por pares.

Pero en esta ocasión, no podía oponerse. Bravo!!! Zapatos, zapatos, zapatos!!!! Iba a comprarme otros zapatos!!!

Y, finalmente, esto fue todo lo que pude conseguir por 40 euros...

Foto: Tula Malcriada
Qué decir...

Sí, son muy feos.

Para una amante de los zapatos de Louboutín, Choo o Blahnik,  tener que ponerse esto es todo shock, por muy flamencos que sean. Son ofensivamente feos. Pero, ¿de verdad es necesaria tanta carga ortopédica para bailar?. Desde pequeña he bailado flamenco y no recuerdo que fueran tan feos. ¿Qué ha pasado en todos estos años? ¿Los zapatos se han ido haciendo más feos con el tiempo o soy yo la que ha cambiado el gusto? ¿Si fueran de lunares me gustarían más...?

En fin, todo sea por amor a la cultura patria y a los glúteos firmes.

Que tengaís un apacible fin de semana!

7 comentarios:

  1. Qué buen que hayas vuelto al baile!!
    Te felicito!!
    Y por los zapatos...son parte de ése arte tan bonito que es el flamenco!
    Acéptalos, para disfrutar aún más el baile!
    besos

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  2. Tula, acabo de ver tu comentario en mi blog, gracias por tus palabras, me encanta esta entrada tan graciosa que has puesto me he reido un monton con la foto de las chicas con cara de no me lo puedo creer, Me alegro de que hayas retomado tus clases de baile, yo creo que te vas a sentir de maravilla a lo largo de los dias, ya nos contaras tus progresos. Un abrazo y te sigo. Ana.

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  3. Marcela, no me queda más remedio que aceptarlos. Dudo de que me dejen comprarme otros, jaja!
    Jabonera, me alegro de que te hayas reído, nunca viene mal en una tarde de domingo. Objetivo cumplido!
    Muchas gracias, chicas, por vuestra visita.

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  4. Lo importante es que el baile nos oxigena, nos renueva, nos relaja... al final, los zapatos dá igual lo feos que sean, cuando ves a Sara Baras lo último para lo que miras es para los zapatos, con todo el arte que derrocha. Además, estos son los propios para el baile, así que...a bailar se ha dicho!jeje. MUA!!

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  5. Ole chica!! Qué envidia me das...qué lindo poder bailar flamenco!! ni siquiera me importa si los zapatos son feos o lindos. jajajajaja

    Ojalá tuviera tu determinación, así por fin me animaría a tomar unas clases de tango. Que disfrutes tus clases, linda!!!

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  6. pues sí parece que no ha evolucionado mucho el diseño del zapato de baile pero igual porque este diseño es lo mejor para bailar, no sé... espero que disfrutes mucho de las clases y ya verás como luego te olvidas de los zapatos e igual los empiezas a ver hasta bonitos. Feliz semana Tula!

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  7. Que genial bailar flamenco! Una querida amiga comenzó hace no mucho y está feliz, me insiste con que me sume, tendré que animarme y probar.

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